Como ya cometamos en nuestro último post del blog, la ansiedad por separación es un trastorno del comportamiento muy común en nuestras mascotas que se detecta fácilmente o bien por el nerviosismo que presenta o bien por la adopción de conductas destructivas y fuertes ladridos cuando les dejamos solos en casa.
Este trastorno no tiene un origen claro, ya que depende de actuaciones por parte del dueño que se hayan tenido con el perro desde que era pequeño o vivencias que le han llegado a marcar significativamente. Aunque las causas más comunes que se tratan en la Clínica El Palau son: demasiado apego por parte del dueño, experiencias traumáticas de la mascota como puede ser haber sufrido un abandono, la separación precoz de la manada de nacimiento o bien circunstancias de la familia con la que vive que han cambiado como puede ser el cambio de turnos de trabajo.
Para entender mejor todas estas situaciones debemos pensar que nuestra mascota es como un hijo pequeño que todo cambio puede llegar a afectarle en mayor o menor medida, ya que estaba acostumbrado a una rutina y unas pautas que por X circunstancias pueden cambiar.
Y es que, cuando este trastorno deriva en fuertes ladridos o cada vez que salgamos de casa no pueda parar de aullar, no solo estará sufriendo nuestra mascota, sino que también molestará a nuestros vecinos. Por ello, desde la Clínica El Palau queremos aportaros soluciones y ayudaros en este tipo de situaciones difíciles y delicadas a la vez.
¿A qué especialista me dirijo para comentarle el trastorno que sufre mi mascota?
El primer paso en estos casos, como venimos diciendo en varios de nuestros posts en el blog, cuando nos encontremos en este tipo de situaciones debemos acudir a un etólogo de confianza.
Ellos son profesionales en el estudio y análisis del comportamiento de los animales. Comparten grandes conocimientos sobre biología, antropología y psicología, lo que les permite entender a la perfección lo que les sucede a nuestras mascotas mediante la observación de sus conductas tanto en la naturaleza como en el laboratorio. De esta manera son capaces de detectar los distintos factores que caracterizan y modifican el comportamiento de los animales.
Por eso es tan importante tener una consulta con él, ya que detectará aquello que está afectando a tu mascota y que deriva en un sinfín de ladridos y nerviosismo cada vez que se encuentra solo en casa.
Recomendaciones para ayudar a que nuestro perro deje de ladrar cuando está solo en casa
Desde la Clínica El Palau recomendamos que todo tratamiento se inicie en casa, este es el lugar donde más cómodas y seguras se sienten nuestras mascotas, además de ser el sitio al que se deben de acostumbrar a estar solos.
La educación de nuestro perro empieza desde bien pequeños. El primer paso que podemos dar y nos ayudarán en este tema es no dejar que nos siga a todos los sitios de la casa, ordenándole que se quede sentado en su sitio o en algún sitio de la casa en especial.
Otra de las recomendaciones que os podemos dar para la educación de vuestro perro a la hora de enseñarle que no tiene que ladrar siempre que se quede solo en casa, es un acto que cuesta mucho por parte de los dueños, pero que es muy efectivo para tratar esta dependencia que tiene nuestra mascota con nosotros.
Consiste en no saludarle efusivamente cada vez que viene a recibirnos a la puerta, incluso intentaremos no mirarle aunque sí podemos decir su nombre. Una vez se le pase la euforia y el nerviosismo de nuestra llegada, iniciaremos nuestro saludo que será relajado, sin aspavientos con nuestro cuerpo, ni gritando o chillando.
Debemos recordar que la educación de nuestra mascota es un proceso largo, por lo que hasta conseguir nuestro objetivo final pueden pasar varios meses. Pero con tiempo, paciencia y dedicación podremos conseguir enseñarle a diferenciar lo que está bien de lo que está mal y que este se comporte de la manera más correcta posible sin depender de nosotros a cada instante.
También debemos de tener en cuenta que si nuestro perro ya tiene una edad y, por lo tanto, ya posee unas actuaciones interiorizadas, nos costará un poco más cambiar su manera de ser, ya que se trata de un proceso y tratamiento de reeducación.
Para finalizar, no debemos olvidar que cada mascota es un mundo y un tratamiento de reeducación o educación no es el mismo para todos por igual, por lo que ante cualquier caso de esto debemos acudir primero a nuestra clínica veterinaria y tener una cita con el etólogo, como hemos comentado anteriormente. Un especialista nos ayudará a saber cómo actuar correctamente.